ECUATORIANOS EN EL EXTERIOR

Thursday, July 13, 2006

EL DILEMA DE LA DIPLOMACIA

La diplomacia gramaticalmente hablando es la ciencia o conocimiento de losintereses y relaciones de unas naciones con otras; y, en otra concepciónconstituye el servicio de los Estados en sus relaciones internacionales.En este contexto, realmente no podemos entender como nuestros gobernantes oaquellos que manejan las relaciones internacionales, en referencia a nuestropaís, hayan permitido y casi en todos los gobiernos, que hacer diplomacia yser diplomático es una cuestión demasiado simplista; es decir, que porrazones eminentemente políticas o por el pago de “servicios”, se improvisenen el servicio exterior a personas sin un ápice de preparación, y nisiquiera la más mínima formación académica y los beneficiados, claro, van alos cargos de cónsules, secretarios, adjuntos comerciales o culturales, parahacer que… nada, o quizá hagan algo, asistir a los cocteles y no perderselas invitaciones que seguramente son copiosas dentro del campo diplomático.Y nos hacemos la pregunta: ¿cuánto le cuesta al país este despilfarro?,obviamente una ingente cantidad, porque hoy por hoy, en una inmensa cantidadde consulados, embajadas o representaciones hay un incontable número degente, cada uno tras un escritorio, sin tener o no saber que hacer, perocada mes cobran un jugoso salario que no lo merecen y más aún ya vanhaciendo planes para cuando finalice el gobierno de turno, regresen al paíscon un sinnúmero de lujos y en ellos el vehículo del año, que no lo podráningresar jamás tantos y tantos ecuatorianos emigrantes que se esforzaron yse sacrificaron y enviaron al país muchísimo dinero que fortaleció laeconomía de manera incontrastable.Doloroso es recordar la historia de la acción diplomática de nuestro queridoy cercenado Ecuador que casi desapareció por la rapiña de nuestros“vecinos”, en especial el Perú que se llevó la mitad de nuestro territorio.Con tal experiencia, nuestros gobiernos debieron desde hace mucho tiempohaber impulsado una estructura moderna del aparato diplomático, dejando a unlado esas viejas prácticas del politisismo y los intereses creados, para quevayan a los cargos diplomáticos compatriotas preparados, que justamente cadaaño egresan de las escuelas formativas de nuestras universidades y querepresenten dignamente al país, pero sobre todo trabajen, impulsen nuestrasexportaciones, se involucren en la globalización comercial de manera activa,sabia y patriótica.Es urgente que en el Ministerio de Relaciones Exteriores se impulse unaverdadera auditoría administrativa o en otros términos una bien planteadareingeniería que permita establecer las reales necesidades de personal,terminando así con una burocracia estéril e ignominioso gasto que bienpodría servir para solucionar los graves problemas del país en diversasáreas sociales.La diplomacia ecuatoriana tiene que dar un giro de ciento ochenta grados, sehace necesario, es urgente, es justo, es razonable.

Angel A. Armijos Vasco
Vicepresidente de la Camara Mundial del Migrante NY

"LA ORGIA", UNA DENUNCIA A LOS VICIOS DEL SISTEMA SOCIAL

Por Alex Ramiro López Salcedo

Como colombiano, es de presumir las muchas veces quehe visto representada la obra del Maestro EnriqueBuenaventura, podría decir casi desde sus inicios enel TEC de Colombia y su ascenso como uno de los másgrandes exponentes de la creación colectiva, lo que nole quita méritos a sus kilates como autor.Ver anunciada "La Orgía" en Nueva York me colmó dealegría, pese ha ver visto escenificados otrostrabajos de Buenaventura en otros tiempos y teatros,debo admitir que "La Orgía", talvez una de las piezasmás importantes de lo que él bien llamó "Los papelesdel infierno", que junto con "La Maestra","LaTortura", "la Autopsia", "La Audiencia", entreotras, forman un compendio de teatro breve; no en sucontexto, sinó en su duración, pues son obras cortas,que pueden ser representadas individualmente sinperder su esencia, ha sido una de las másrepresentadas en el mundo entero. Siempre me ha parecido que entre ellas, "La Orgía" esuno de los trabajos más interesantes del MaestroBuenaventura, tanto por su polémico simbolismo aunadoal realismo mágico con el que yuxtapone tiempos,eventos y circunstancias.La versión que ví en el Red Carpet Theatre del HarlemHispano de Manhattan, Nueva York, aunque no me llenó,y diré los motivos más adelante, me satisfizo por supuesta en escena, por sus personajes en una mezcla defantasía grotesca, que ha sido una de las constantesen este trabajo, el hecho de que "la vieja" lainterprete un actor, me parece un acierto digno deaplaudir, ya que el actor mantuvo una actuación dignay creíble, dadas las condiciones del texto.Debo confesar que capté ciertas mutilaciones del textooriginal, no sé si a propósito o porque esta no fué lamejor función que ofrecieron los actores del TeatroExperimental Blue Amigos (TEBA) de quien es laproducción, o de excesos de soberbia del directorFranco Galecio, quien a pesar de las falencias, debodecir que supo maniobrar a los actores en una marembravecida y con los elementos precisos para que nose pierda el mensaje, cosa que estuvo en riesgo por lomal hilado de los parlamentos, pese que nadie aparececomo culpable de la adaptación.Hubo un gran acierto en los personajes encomendados alos actores William Saquicella, Raúl Rivera, HéctorLuis Rivera, Ernesto López, Franco Galecio y KathyTejada, que pese a que los parlamentos no fueronrespetados, se vivió el contexto visual y cumplieronsobradamente su encomienda."La Orgía", cuya trama relata una tarde de un 29 de unmes que no trae 30, día en que la protagonista, una exprostituta (William Saquicella) que vive gracias a lacaridad de sus ex clientes y a lo que le roba a suhijo sordomudo. Es en los 30's cuando ella da riendasuelta a sus fantasías y reune a "sus" invitados pararecrear su glorioso pasado. Estos son mendigos aquienes ella les paga y dá de comer y beber ainstancias que le representen los personajes que lahacen vivir.La obra que a veces toma un matiz melodramáticoexprofeso, induce al espectador a revisar sus accionesdesde el primer momento, en que la vieja, hace unaretrospectiva poética con una canción española "labien pagá", y empieza a dibujar la trama, jugando conla ropa de sus personajes, acción mística que se rompeabruptamente con la llegada de su hijo mudo(excelentemente interpretado por Raúl Rivera), quevuelve a reclamarle lo que le ha robado, y en unaobrepción emocional, la vieja despide a zapatazos a suhijo, para caer en un trance erótico de unamasturbación sugerida, en donde se ve la limpieza deun trabajo que muestra sin ofender. Acto seguidoempiezan a llegar sus invitados, un esmirriado ladino(Héctor Luis Rivera), que temeroso le sigue el juego asus abruptos, cuando empiezan a burlarse de lospresentes, haciéndonos saber que en escena sólo estánrecreando la vida de nosotros, armados de unos viejosbinóculos, pasean el espacio escénico en una espaciede preterición, siendo interrumpidos por un gazmoñoex-presidiario quien también está invitado. Estereclama lo poco que gana y el hecho de desperdiciar lacomida, por lo que otro conflicto se arma y cedengracias a la generosidad de la "dama", quien lesofrece elevar la mesada. Un cojo ex militar y unaenana muy alta completan el panorama. Ellos recrean abreves rasgos toda la vida pasada de esta mujer que sehace llamar María Cristina, entre altibajosemocionales, amenazas y sobornos que culminan en elasesinato de su opresora y el robo de sus tesoros porestos mendigos, escapando justo antes que regrese elmudo, quien ante el desolador panorama de la muerte desu progenitora, lanza un "¿Porqué?", único bocablo deeste actor que hace una brillante actuación.El meollo de esta obra no es lo que se representa,sinó lo que representan. Una sociedad caduca, disformeque se miente a si misma para mantener su fuerza, encomplicidad con los poderes del estado, quienes paraconseguir ciertos beneficios, se prestan al juegoinveterado y dañino para el progreso, mostrandonimiedades y taras de una sociedad corrompida, como elhecho del trencito homosexual que se da con la veniade la sociedad y los poderes del estado, incluyendo ala iglesia quien se hace la desentendida.William Saquicella logra su cometido, pese que amomentos su personaje desaparece, pero la imagen estátan bien lograda que no le resta méritos a su trabajoglobal, pues en algunos momentos se vuelve sublime,particularmente desde el inicio en esa evocación, enel extenso monólogo en que utiliza todo tipo derecursos histriónicos para someter a sus decadentescaprichos a su vástago.Héctor Luis Rivera, muy convincente en sucaracterización de tuberculoso, maneja a perfección suexpresión corporal y se convierte en uno de lospersonajes más agradecidos junto a Ernesto López,quien lamentablemente se notó inseguro en susdesplazamientos y textos, maniobró sin precisión, loque aflojó una actuación que hubiera sido mucho másamena, dada su interesante caracterización. Laacertada representación de Franco Galecio (quientambién dirigió la obra), desdoblándose en un cojovagabundo, no le pide favores al más exigente, suactuación fue digna de un sonoro aplauso. Manejó muybien la situación, ya que todos sabemos lo difícil queresulta dirigir y actuar sin perder el horizonte.Kathy Tejada en su enana, deja al descubierto ladisminuída curia y sus imponentes edificios, que almomento de la verdad poco o nada hacen en eldesarrollo o en las decisiones sociales, estepersonaje fue manejado con hilos de plata por estatalentosa actriz, quien debió sufrir toda unametamorfosis para afearse, se pasea con cadencia porel escenario caracterizada de obispo en una ridículapero necesaria procesión catatónica, lanzandoinvectivas al azar. Me permito cerrar con Raúl Rivera,pues este joven actor hace una verdadera creación delhijo mudo de la vieja ex prostituta al demostrar unafecto verdadero a un sentimiento dañino y dominante,tal como las leyes caídas en deshuso, que cuando selas retira las extrañamos, y asi es cuando el vuelve asu casa, y como en la vorágine de la trama la vieja esasesinada por sus invitados sobre la mesa, puesta comouna cena macabra de toda su alocada fantasía, tal comola encuentra su hijo, quien en un conmovedor derrocheactoral aunado a una muy acertada música "El día máslargo" de Anka, dan el toque absurdista que admiteesta puesta en escena.Es refrescante que se den este tipo de obrasteatrales, que permitan conjeturar al público yllevarse cada uno una diferente idea de lo que pasó enescena y no la lineal obra que nos hace sonreir, peroque nos deja tan vacíos como al llegar al teatro.Los personajes mostrados en "La Orgía", nos demuestranque no hay que hacer una inversión millonaria paraofrecer un buen producto, solo se necesita de un buentexto y unos buenos actores, pero por favor, sinlacerar lo que bien escribió Buenaventura.